sábado, 25 de abril de 2009

Aileón

1/01/06

¡¡¡Tenente Presidente!!!.... ¡¡Tenente Presidente!!! Gritaban al unísono las almas congregadas en la Plaza de Chamberi para celebrar la victoria en las urnas de su candidato, el sr. Francisco Tenente, hasta ahora alcalde de la Villa de Madrid. La victoria se produjo contra todo pronóstico ya que, según las encuestas, se trataba del candidato menos valorado.

Tenente salió al balcón del hotel acompañado de su esposa y sus dos hijas para festejar junto a sus votantes el triunfo de esa noche. Sin lugar a dudas, su rostro reflejaba que era el momento más feliz de su vida.

- ¡¡Amigos, nadie creía en nosotros y aquí estamos, hoy el pueblo ha hablado y ha apostado por el cambio!!

- ¡¡Se nota…, se siente…, Tenente Presidente!!! – Vitoreaba la masa.

La fiesta se prolongó durante toda la noche.

6/06/06

Habían pasado ya 6 meses y 6 días desde el triunfo del nuevo Presidente. La ciudad había sido invadida por las fuerzas de seguridad debido a que los Jefes de Estado de las potencias mundiales se encontraban reunidos en la capital para la Cumbre de las Naciones, la cual tendría lugar en un par de días.

Desde que el padre de Lucía fue investido como Presidente de España, la pobre muchacha estaba obligada a ir escoltada a todos lados.

Como todos los días, cuatro guardaespaldas la esperaban a la salida del instituto. Se despidió de sus amigas con un gesto cansino de la mano y resignada se subió al coche oficial con destino al Palacio de La Moncloa. Lucía permanecía distraída manipulando los botones de la radio del coche cuando repentinamente notó un leve pinchazo en el cuello y poco a poco sus parpados se fueron cerrando hasta perder totalmente la consciencia.

Lucia comenzó a abrir los ojos. Se encontraba aturdida y su visión era borrosa, pero poco a poco fue recuperando la nitidez. Se intentó levantar en vano, era como si su cuerpo estuviese dormido. Clavó la mirada sobre un gran espejo que refulgía en el techo de la estancia y observó con pavor su cuerpo totalmente desnudo y las ataduras que apresaban sus pies y manos, fijándola sobre una mesa en forma de cruz. El miedo y la adrenalina recorrieron todo su cuerpo. Intentó gritar pero no pudo, su cuerpo continuaba sin responder, mientras un río de lágrimas resbalaba por sus mejillas.

Un viejo reloj de pared dio las seis de la tarde. Notó cómo una puerta se abría quejumbrosamente, y a los pocos segundos ocho personas encapuchadas vestidas de negro la rodearon mientras entonaban cánticos en latín. Una vez finalizados, retiraron sus capuchas mostrando sus rostros. Los ojos de Lucia reflejaron una mezcla de miedo e incredulidad al ver que las personas que se hallaban ante ella eran su padre y los demás miembros del G8.

- Que comience el ritual – Dijo uno de los presentes.

Lucia observó a través del espejo del techo como su padre se acercaba a una mesa y tomaba un par de objetos que se encontraban sobre ella. Mientras, el hombre situado en la cabecera de la mesa donde se encontraba atada, aferró su cabeza entre sus manos y la ladeó hacia donde se encontraba su padre. Las lágrimas que se acumulaban en sus ojos provocaron que su visión se tornase turbia, mientras su cuerpo continuaba sin dar respuesta alguna.

El presidente se acercó con paso solemne hacia ella. En una mano portaba una pinza de cocina y en la otra un cuchillo de sierra. Abrió cuidadosamente la boca de su hija y con la pinza extrajo su lengua, apresándola por la punta. Sin apartar la vista de los ojos de Lucia, y con un movimiento lento pero firme, comenzó a cortarla. Los ojos de Lucia se movían rápidamente de un lado a otro, tratando de buscar alguna ayuda para poder salir de esa angustiosa situación. A medida que el metal desgarraba su lengua, la sangre brotaba con mayor intensidad formando un viscoso lecho sobre el que reposaba la cabeza de Lucía.

Una vez diseccionado el apéndice, lo alzó sobre su cabeza sujetándolo con las dos manos, y pronunció en tono ceremonial:

“Aileon te entrego este órgano como primera de mis ofrendas
por permitir que con mi verborrea de este Gobierno tomase las riendas”

Mientras los demás miembros allí presentes retomaban los cánticos, Francisco devoró la lengua de su hija, tiñendo sus manos y su barbilla de escarlata. Lucía no daba crédito a lo que veían sus ojos. Las fuerzas empezaron a abandonarla, tan rápidamente como la esperanza de que alguien la ayudase a despertar de aquella pesadilla.

Los canticos cesaron. Francisco tomó de la mesa un cuchillo más pequeño que el anterior y volvió a acercarse a su hija. Lucia no era capaz de ver qué hacía su padre sobre su rostro.
Únicamente observaba su fuerte brazo trajinando con la profesionalidad de un cirujano, sobre su cara. Cuando se dio por satisfecho, Tenente dio un paso hacia atrás, portando entre sus manos un sangrante pedazo de piel. La piel que una vez había cubierto el hermoso rostro de Lucía. La joven sintió cómo su corazón latía cada vez más deprisa y deseó que pronto dejase de hacerlo para poner fin a aquella tortura.

Su padre alzó la piel sobre su cabeza retomando los cánticos, y dijo:

“Aileon te entrego con humildad este segundo presente
por dotarme con estos rasgos que transmiten confianza a la gente”

Francisco frotó suavemente la piel sobre su propio semblante. Una vez realizado el ritual, la depositó en un pequeño cuenco de barro. Con mucho cuidado vertió sobre ella unas gotas de la cera de una de las velas que iluminaban la estancia y acto seguido encendió seis cerillas y las dejó caer sobre el recipiente.

Lucia sintió que poco a poco, su cuerpo iba despertando. Los dedos de su mano derecha empezaban a responder a sus órdenes, pero a medida que la anestesia dejaba de cumplir su función, una fuerte sensación de ardor, intensificada por un dolor lacerante, se iban apoderando de su rostro. Los segundos avanzaban y el dolor se iba intensificando hasta límites insospechados. Pese a todo trató, sin éxito, de liberarse de las ataduras que la mantenían postrada sobre el potro de tortura.

Francisco volvió a acercarse a su hija, esta vez escalpelo en mano. Apoyó su mano derecha sobre el vientre de Lucía para frenar la poca resistencia que ésta intentaba oponer. Mientras, con la otra mano, realizó un corte limpio sobre su pecho, trazado desde el cuello hasta el lugar dónde ejercía presión su propia mano, en una perfecta línea recta. Una vez realizado el corte, asió de la mesa una pequeña sierra eléctrica con la cual quebró las costillas a la altura del corazón.

Lucia sentía como, poco a poco, la sierra iba partiendo sus costillas. El dolor era insoportable. Sus lágrimas se tornaron oscuras mientras de su boca brotaban esputos burbujeantes y sanguinolentos. Un último y gorgoteante grito ahogado envolvió la estancia. Después... silencio.
Francisco retiró extasiado el corazón del cuerpo inerte de su hija. Los cánticos rompieron el silencio de nuevo, cuando Tenente alzó sus brazos al cielo, con el órgano chorreante entre sus manos, y recitó:

“Aileon acepta el corazón de mi hija
Para que sea él quien mi camino rija
Lo que más quiero te entrego y en tus brazos a Lucia cobija
Y haz que mi corazón sea fuerte y que nunca transija.”

Francisco partió el corazón en ocho pedazos y le entregó una a cada miembro de los allí presentes. En un movimiento acompasado, cada uno devoró su correspondiente porción del corazón de Lucia. Una vez finalizado el ritual, Francisco abandonó la sala mientras los otros siete realizaban, uno tras otro, el último acto de necrofilia con el cuerpo sin vida de la muchacha.

8/06/07

Carlos era un hombre de costumbres, y como todos los días, antes de ir a trabajar necesitaba ingerir un café con leche en el bar de su amigo Luis. Le gustaba tomarlo en la barra mientras leía el periódico. Hoy había encontrado una noticia que destaca por encima de todas las demás. La recitó para sí:

“Hoy se cumple un año del 8J. Tal día como hoy, hace un año, la esposa del Presidente del Gobierno irrumpía en la sala de Congresos donde se estaba celebrando la Cumbre del G8, y se inmolaba provocando la muerte de los allí presentes. Como consecuencia el mundo vivió la mayor crisis de su historia... “

- ¿Qué es lo que llevaría a esa mujer a realizar semejante atrocidad? - Se preguntó Carlos mientras terminaba el último sorbo de café. – El ser humano está muy loco.

martes, 14 de abril de 2009

Nueva derrota

Nuevo combate nueva derrota
Golpe con un bate sobre esta alma rota
Un corazón que late a un ritmo que agota
Y el hecho de que se apague a nadie le importa
Cada vez que me caigo presumo de levantarme
Pero temo que algún dia las fuerzas empiecen a fallarme
Porque aunque se vea venir, el golpe siempre duele
Pero siempre me verás reír, porque este gallego quejarse no suele
¿Qué es lo que quiero decir? Que este bajón conmigo hoy puede
Siento que lo tengas que oír, pero duele, joder…. duele

Aunque ya me he acostumbrado a este sentimiento que llevo dentro
Desde hace más de un año voy de tormento en tormento
No sé cómo me las apaño pero al final siempre me quedo sin asiento
Cojo mi reloj y araño el segundero para poder parar el tiempo
Busco una razón para un nuevo aliento
Que apague la desazón que vivo en este momento
Soy una persona acostumbrada a no seguir el camino recto
Pero el ser humano siempre busca hacer lo correcto
Y yo no soy quién para decir a nadie que nade contracorriente
Yo lo hago cuando me lo pide mi corazón porque él nunca miente
Pero sería egoísta por mi parte pedir lo mismo a las demás gentes
Ellos prefieren escuchar a la mente antes que hacer lo que realmente sienten
O bien porque les da miedo o bien porque no quieren
Pero se olvidan que con lo que hacen o lo que no hacen a otras personas hieren

¿Cómo saber si se ha tomado la opción adecuada?
No se sabe, pero yo creo que no existe decisión equivocada
Aunque nos lleve a una situación no deseada
Siempre y cuando la decisión salga de uno mismo
Y no de terceros que solo te quieren llevar hacia el abismo
Que con sus consejos buscan guiarte por el buen camino
¿Pero quién decide tu sino?
Deberías ser tu quien lleve las riendas de tu destino
Cada paso que damos nos conduce hacia una meta
Y cada paso que no se da ¿en qué situación nos deja?
El no darlo, ¿nos acerca o nos aleja?
Cada cuento tiene su moraleja.

Vale, lo reconozco, estoy de bajón
Pero no quería marcharme sin sacar esto de mi cabezón
Ha llegado la hora de hacer una pausa indefinida
Hasta que vuelva a poner en orden mi vida
De cara a la gente seguiré siempre con una sonrisa
Aunque esté a punto de saltar desde la cornisa
Pero por recuperarme ya no hay prisa
Porque al final del túnel la luz ya no se divisa
Aunque ya me empiezo a acostumbrar a esta sensación
Pero esto es lo que toca cuando uno no tiene poder de decisión
Por cada acción siempre hay una reacción
Para cada problema ¿siempre hay una solución?
Mi nombre es Patto desde Monforte
No sé cuando, pero volveré más fuerte
Paz para todos y en esta vida suerte
Con el 27 400 siempre a muerte

sábado, 4 de abril de 2009

Apatía

Hoy el espejo me ha devuelto un triste reflejo
No es que no esté contento, este quiste es más complejo
Apatía es el vocablo que sobre este papel dejo
Se bien de lo que hablo, por eso me quejo
Me ha dejado fatal el mirar siempre por los demás
Cuando estés mal a tu lado esta mente siempre verás
Apoyándote para que levantes cabeza sin mirar atrás
Y cuando soy yo el que está de bajón sé que ahí estás
Pero hoy lanzo una pregunta cuya respuesta es un quizás
Un grito de auxilio que recibe un no me pidas más
Necesito saber algo
Saber para que valgo
Que a la liebre al final pillará este galgo
Que la fiebre no dejará el café amargo
Que no escribiré siempre por encargo
Que no beberé siempre que salgo
Que no creceré siendo un vago
Que no flojearé en este trayecto largo
Sé que mañana estaré todo el día en la cama
Supongo que no me quitaré el pijama
Y es que cojo y cierro los ojos para no verme la cara
Me enojo porque no quiero en este estado darte la vara
Yo siempre entro dando la sensación de que estoy contento
Aunque por dentro este viviendo un tormento
Siempre me centro en que no se note ese lamento
Me concentro en mantener la sonrisa en todo momento
Para ayudarte a superar tus momentos de bajón
Darte mi apoyo y guardar los míos bajo llave en un cajón
El problema viene cuando me desborda la situación
El lema fue siempre no mostrar nunca esa emoción
Y como quema esta contradicción
Ahora esta pena se adueña de mi corazón
Siempre la cadena se rompe por el más débil eslabón
No te preocupes nena mañana volveré a ser el mismo vacilón
Porque hoy simplemente estoy apático
Mañana este b_boy volverá a ser simpático
Ahora se bien quien soy en este mundo tan dramático
Por estos versos todo lo doy pese a estar tan errático
Ahora comprendo que estoy para dar y no para recibir
Estoy escribiendo lo que en mi cabeza produce este sinvivir
Sé que suena horrendo pero si timbras no me levantaré a abrir
Estoy sintiendo que lo que necesito es irme a dormir
Me deshago sin ningún tipo de reproche
Porque no logro dormir esta noche
Patto a.k.a. el ogro para ponerle el broche
Echándole morro… ¿alguien quiere comprar mi coche?